El Gobierno considera raro que se obligue a su presidente, Mariano Rajoy, a acudir en persona a declarar como testigo en el caso Gürtel, pero asegura que se esperaba una decisión como ésta. El tribunal ha acordado que Rajoy comparezca físicamente, y no por videoconferencia, el día 26 de julio para declarar como testigo, pues considera que no lo hace como presidente de la nación, sino como ciudadano español. Así, la sección segunda de la Audiencia Nacional ha rechazado por dos votos a uno la petición del PP y del propio Rajoy de declarar por videoconferencia, si bien ha respetado las fechas que propuso.
Rajoy ha conocido esta decisión en Portugal, donde ha presidido junto al primer ministro portugués, António Costa, la XXIX cumbre bilateral hispano-lusa. Sin embargo, otros miembros del Ejecutivo presentes también en la cumbre han considerado extraño que se cite personalmente al Presidente cuando hay precedentes en los que se ha permitido declarar por videoconferencia.
En concreto, la ministra de Defensa y secretaria general del PP, Dolores de Cospedal ha expresado esa extrañeza, si bien ha precisado que se esperaban una decisión así. Y ha recalcado la existencia de precedentes en los que se adoptó una distinta. Fuentes del Gobierno y del PP han recordado que, por ejemplo, se permitió al expresidente de la Generalitat Artur Mas declarar por videoconferencia en el juicio que hubo por el asalto al Parlamento catalán en 2011.
También recuerdan que los dirigentes de Podemos Carolina Bescansa, Íñigo Errejon y Gloria Elizo pudieron declarar igualmente por videoconferencia en el juicio consecuencia de la demanda de un miembro del partido, Enric Martínez, vetado para optar a liderar esta formación en Cataluña.